Portofino
Dicen que lo fino viene en frasco chico y no se equivocan...
Así como cada paisaje vale en sí un viaje y cada rayo de luz un momento especial, cada fiesta patronal nos entrega el alma de una ciudad al desnudo.
El 9 de noviembre se celebra en Madrid a la Virgen de la Almudena, quien fue escondida entre las murallas de la vieja Mayrit antes de la toma de esta ciudad por los sarracenos de Musa y Tarik en 712, y vuelta a entronizar en 1085 con la reconquista.
Se dice que la imagen fue llevada a España por un discípulo del Apóstol Santiago el año 38 de esta era. Mito o realidad, la imagen actual parece ser del siglo XV, copia de la original, y representa a una Virgen Morena.
Hay quienes dicen que fue adorada por moros y cristianos.
Su nombre y color son indudablemente árabes, Almudena, para unos, viene del significado árabe de Castillo, Muralla o depósito de Trigo, pues la Virgen fue escondida dentro de una hornacina y tapiada en la muralla. Fue descubierta el 9 de noviembre de 1085 por don Alfonso VI de Castilla, el rey don Sancho de Aragón y de Navarra, el infante don Fernando y el famoso Cid Campeador, don Rodrigo Díaz de Vivar, tras la toma de Madrid.
Este día, cada año, la Virgen sale de la Iglesia de Santa María hacia la Plaza Mayor, donde se efectúa una misa (11 de la mañana), y se dirige luego en procesión hacia la Puerta del Sol, al Palacio de Oriente y la Plaza Isabel II, para luego regresar a su templo.
Cada viaje a Madrid, desde el primero que hice, me prometí visitar la Plaza Mayor, por su belleza y como un amuleto que me concediera regresar a esta hermosa ciudad una y otra vez.
En una de esas visitas me topé con la Virgen y quedé fascinado con ella y su rito, al cual asisten representantes de todos los pueblos de España para rendirle veneración, con sus danzas, con su música, con fervor y atavío ancestral. Es como un viaje en el tiempo hacia la vieja España, imperdible.
Para quienes no conocen Madrid, el damero por donde la Virgen es llevada recorre el centro antiguo de la ciudad. Acompañarla nos lleva a través de la historia para terminar disfrutando de un almuerzo en el más emblemático restaurante de la ciudad, el Café de Oriente, frente al Palacio Real. Como decían en casa, de la misa a la mesa.
Este 9 de noviembre, si la Virgen lo quiere, nos encontramos en la esquina de la calle del Arenal y la calle de Postas, donde los estaré esperando.
Dicen que lo fino viene en frasco chico y no se equivocan...
Así como cada paisaje vale en sí un viaje y cada rayo de luz...
Si para usted Grecia turística se limitaba al Partenón...
© 2009 Club Mundial. Todo los derechos reservados
Power by Yarkan